Como se mencionó, la
globalización económica ha tenido efectos en todos los rincones del planeta,
marcando desigualdades donde es observable la presencia de la tríada del poder:
Estados Unidos, Japón y Europa, se identifican tres momentos en el que se desarrolla
la globalización entendida como se presenta hoy: a) 1895 y 1914 la cual
constituyo la edad de oro respecto del comercio y las invenciones a nivel
mundial, se desarrolló de fines del siglo XIX hasta la primera guerra mundial,
caracterizándose por un fuerte crecimiento económico y de la inversión foránea,
b) La segunda etapa inicia en los años 50´s y se prolonga durante toda la
década siguiente hasta concluir en la década de los 60´s , con un bajo
crecimiento en la productividad y el estancamiento de los Estados Unidos y
Europa, fue un período de rápido crecimiento comercial y gran inversión
extranjera directa (IED), y c) La tercera y actual etapa, inicia durante los
80´s y se distingue de su predecesora por (Kuri, 2007):
• El papel de la nueva tecnología
• La
aparición de empresas globales
• La mayor internacionalización
de los mercados financieros
• La desregulación de los países
miembros de la OCDE
• La apertura de países no
miembros de la OCDE
• La organización flexible en la
producción
En esta etapa del capitalismo se
ha observado un crecimiento del comercio internacional y presencia fuerte de un
creciente número de empresas multinacionales. La movilización del capital
financiero ha generado dinámicas en las regiones económicas a las que la mayoría
de los países en desarrollo aspiran incorporarse aunque los costos pagados por
ello son altos, se manifiestan en ajustes internos que han propiciado la
presencia voraz del capital extranjero y apertura comercial indiscriminada que
a la postre se refleja en resultados desventajosos.
Sin embargo, su inserción en la
dinámica global obliga a los países a participar de la competencia en los
mercados y por tanto de identificar su integración a grupos de países o bloques
económicos que fortalezcan las posturas competitivas.
La integración en bloques
económicos se desarrolló a partir de las pautas marcadas por las economías
hegemónicas, siendo los más sobresalientes: Norteamérica con la firma del
Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), la Unión Europea (UE) y
la Región Asiática del Pacífico (ASEAN+3).
Los principios de integración son
diferentes en cada caso, por una lado, la Unión Europea que tiene una visión
integrativa, en sus orígenes reivindica los derechos sociales como
fundamentales, abogando por la reducción de las disparidades regionales y
aspirando a una integración paulatina y con poderes institucionales acotados
pero dinámicamente cambiantes, (Álvarez, 2007).
El Tratado de Libre Comercio de
América del Norte tiene otro concepto de integración, se supedita a la
aplicación dogmática de los preceptos y lineamientos del Consenso de
Washington, donde prevalecen los principios neoliberales y las reglas del
mercado son las que dominan.
La integración de la región
asiática se ha llevado a cabo bajo lineamientos donde se toma en cuenta las
características propias de cada uno de los países que conforman la región,
utilizando principios alejados al Consenso de Washington.
En la integración internacional
se observan diferencias en los modelos utilizados, en la concepción del modelo
europeo se puede apreciar una verdadera integración, al contemplar las
asimetrías entre países y la búsqueda por reducirlas a través de mecanismos que
han venido instrumentando para lograr la convergencia del desarrollo entre las
naciones miembro.
En el modelo europeo de
integración la filosofía política incluyente es una característica,
manifestándose en la unión establecida entre países ricos y pobres para poder
crecer juntos con base a un mismo esfuerzo integrador y resolver de esta manera
las enormes disparidades económicas y sociales existentes entre ellos, lo que
ha llevado a la Unión Europea a posiciones protagónicas en el mapa político y
comercial en la era global.
La apertura de fronteras físicas, administrativas y legales han otorgado a los estados miembros verdaderas oportunidades en el plano del comercio y las inversiones, con un visión institucional comunitaria supranacional se le ha impreso un sello humano a la llamada “mano invisible”, la economía social de mercado prevalece a diferencia de lo que ocurre en América Latina en la que la economía salvaje ha agudizado las disparidades. En Europa la liberalización económica tiene un sentido y se ha dado bajo el objetivo de incorporar a la dinámica del desarrollo a las regiones más atrasadas, para ello se han diseñado políticas ex profeso cuyos objetivos se identifican con la reducción de la pobreza y la inducción del crecimiento económico de manera equilibrada.
La instrumentación de la política se lleva a cabo mediante la transferencia de recursos frescos y know how otorgándole un un efecto práctico y eficiente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario