En el caso de México, el neoliberalismo inicia con la
ruptura del modelo prevaleciente por más de tres décadas: el modelo de
crecimiento económico, sustitución de importaciones, desarrollo hacia adentro y
economía mixta.
Desde la década de los cuarenta, la estrategia de
desarrollo en México, se sustentó en la protección del mercado interno, a
través de barreras arancelarias y no arancelarias que mantuvieron al aparato
productivo virtualmente aislado de la competencia internacional. El Estado,
desempeñó un importante papel, al asumir un alto grado de intervencionismo y
regulación de la actividad económica.
Prud´homme (1995), menciona que desde los setenta se puso
en evidencia la fragilidad del modelo de sustitución de importaciones como
proceso central del crecimiento económico, y con ello desaparecieron las bases
de estabilidad; manifestadas en aspectos como: 1) el déficit público pasó a
cumplir el papel de motor del crecimiento, y éste a su vez, condujo a un fuerte
deterioro de la balanza de pagos; 2) al
mismo tiempo, que el déficit externo como proporción del PIB aumentaba, sus
fuentes tradicionales de financiamiento (la agricultura y los servicios)
tendían a agotarse, lo cual obligó a recurrir en forma creciente al
adeudamiento externo; 3) el crecimiento se vio interrumpido, por políticas
contraccionistas, la inflación y la incertidumbre que estas propiciaban,
abrieron la puerta a la especulación y la fuga de divisas; 4) el esfuerzo del
estado por recuperar el crecimiento conducían a agravar los desequilibrios
macroeconómicos, en su intento por mantener el modelo en funcionamiento realizó
la exportación masiva de petróleo, más cuando se detuvieron, la situación se
volvió insostenible y el país entro de lleno en un período de crisis y ajuste
estructural.
Al inicio de los 80 el fenómeno que se venía perfilando
desde la década anterior cumple su cometido, es decir; el modelo de desarrollo
que anteriormente había asegurado el crecimiento económico y la estabilidad
política en el México posrevolucionario estaba en crisis (Nava, 2000).
Es en el período presidencial de Miguel de la Madrid
(1982-1988), cuando tiene su aplicación la estrategia neoliberal; inicia con la
venta y privatización de las primeras empresas paraestatales 1;
desmantelamiento, que abarca el régimen de Carlos Salinas de Gortari
(1988-1994) y el de Ernesto Zedillo (1994-2000).
Posteriormente en los años 1994-2000 del período
presidencial de Ernesto Zedillo, el neoliberalismo continuó su marcha. En el
plano constitucional, modifica el artículo 28, con el objetivo de permitir la
participación del capital privado en las áreas de comunicación, vía satelital y
los ferrocarriles, crea las Afores transformando con ello la seguridad social
de los trabajadores y se compromete con el capital financiero internacional
para privatizar la petroquímica y la industria eléctrica3 .
La política neoliberal de Vicente Fox Quezada
(2000-2006), se encaminó bajo el mismo esquema que sus antecesores al ponerse
al servicio del capital trasnacional y buscando cancelar los derechos de la
nación y de los mexicanos. Dentro de las acciones realizadas en este período se
puede hacer mención entre otras: la continuidad en intentos por privatizar la
industria energética, a la privatización de la educación superior, reduciendo y
suprimiendo en gran medida el presupuesto otorgado a las universidades públicas;
a la privatización paulatina de los servicios de salud, y a la tendencia
creciente de la desaparición de la seguridad social de los trabajadores. Estos
rubros han sido retomados por el presidente Felipe Calderón Hinojosa
(2006-2012), quién al inicio de su período, da paso a la reforma de la Ley del
Instituto de Seguridad Social y Servicios Sociales de los Trabajadores del
Estado (ISSSTE), afectando seriamente a los trabajadores agremiados de este
Instituto, además de continuar su pugna por llevar a cabo la reforma de la
industria energética.
El legado económico y social del neoliberalismo al
concluir el foxismo e inicio del período presidencial de Felipe Calderón, se
resume en: a) estancamiento económico (con un crecimiento de apenas el 2.4 por
ciento); b) la falta de empleos formales; c) el grave deterioro de los salarios
reales; d) la concentración de la riqueza y la exclusión social; e) un mayor
flujo temporal y permanente de trabajadores hacia los Estados Unidos en
búsqueda de mejores expectativas de vida; f) una creciente dependencia de las
familias de las remesas de los trabajadores migratorios para atenuar sus bajos
niveles de vida; (Chávez, 2006).
Finalmente y afianzando el anterior planteamiento, la
política neoliberal en México aplicada desde 1982, no ha logrado los objetivos de desarrollo
planteados, pues existe una crisis recurrente en la economía nacional, el
crecimiento sostenido no ha podido lograrse, y existe el padecimiento de
inflaciones constantes, desempleo, inseguridad, pobreza, etcétera; demostrando
con ello, su incapacidad para generar el bienestar que tanto se pregonaba.
1 La liquidación o venta de las primeras empresas
paraestatales incluyeron a Vehículos Automotores Mexicanos y Renault de México,
así como empresas fundidoras, productoras de hierro y acero, de aviación, de
bienes de capital, ingenios azucareros, textiles, teléfonos, fábricas de
material y equipo ferroviario, etcétera (Vidales, 1996).
2 Una de las conquistas históricas logradas por los
campesinos en la Revolución de 1910, reconocida y elevada a rango
constitucional se elimina con las reformas que sufre este Artículo
Constitucional.
3 Aunque en estos rubros se manifestó el rechazo de
diversos sectores de la sociedad, entre investigadores, académicos, partidos
políticos, organizaciones sociales, entre otros, obligando con ello al gobierno
a dar marcha atrás.
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